Hacer el amor se puede convertir en una monotonía, siempre en las mismas posturas y con los mismos pasos a seguir. A lo mejor es hora de empezar a practicar posturas nuevas, darle marcha a tu imaginación, la del misionero la conoce todo el mundo, vamos a conocer nuevas posturas y solo te quedará practicarlas.
No es necesario recorrer directamente al kamasutra, a lo mejor con un recorrido por las posturas más conocidas con una buena combinación podemos llegar a añadir un punto picante a vuestra relación. Vamos a empezar por tener claro que hay diferentes posturas para hacer el amor, el misionero, Andrómaca, el perrito, el típico 69, etcétera. Una vez nombradas empezaremos por hacer una breve descripción, para ir cogiendo ideas y así decidir las posturas que mas nos gusten y podamos utilizar.
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El misionero
La postura del misionero, es un clásico, tu abajo y el encima de ti, te penetra, apoyándose en sus rodillas o codos para no dejar caer todo el peso sobre ti, como en todo, sus comodidades son que puedes ver a tu pareja, susurrarle cosas al oído, etcétera, además quien tiene el poder de la situación es el hombre, ya que tiene poder para controlar el ritmo la intensidad de la penetración e inclinación del pene, la mujer solo podrá mover la pelvis o las piernas para poder estimular mejor.
La postura Andrómaca
Al hablar de la Andrómaca, la que gana en ventaja somos nosotras, esta postura proviene de los relatos de Homero, la práctica es fácil, el hombre está tumbado de espaldas mientras la mujer se sienta encima de él. Es ideal para encontrar el orgasmo vaginal, de hecho esta postura favorece el placer femenino, ya que la mujer controla la profundidad de las penetración además del ritmo de los movimientos, al rozar la vagina, esta posición favorece la estimulación del punto G.
El perrito
El perrito, como muy bien podemos imaginar es una posición animal, de cuatro patas ella y él hombre de rodillas tras ella y le penetra por detrás. Es una de las posturas más deseadas para los hombres, permite la penetración muy profunda, una unión corporal hasta el final. También podemos modificar la penetración hacia los lados, arriba o abajo, es cuestión de explorar.
El 69
Para terminar hablaremos de la más conocida, el 69 al igual que los números los cuerpos se invierten uno con el otro. La boca de uno está en los genitales del otro, y se realiza una felación y el cunnilingus.
El placer es mutuo, ambos tienen acceso a las zonas más sensibles del cuerpo del otro así como pueden estimular simultáneamente para compartir un momento de placer intenso. Después de este breve recorrido por las posturas sexuales, solo te queda ponerte una lencería adecuada, provocar el momento y dejarte experimentar, lo otro vendrá solo, ¡estoy segura!
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