El sexo es salud y diversión, pero para que resulte una experiencia agradable es importante practicar esta actividad con responsabilidad, pues lo contrario puede suponer una infección venérea en el mejor de los casos y una afección grave si el contacto con la enfermedad de transmisión sexual (ETS) es muy elevado.
Las personas sexualmente activas deben tener este principio siempre en mente, disfrutar del sexo pero hacerlo siempre manteniendo el mayor índice de seguridad posible, pues de lo contrario lo que puede ocurrir es lo que ya sucede, un aumento en la incidencia de estas patologías.
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Crecimiento progresivo de las ETS
El informe Vigilancia Epidemiológica de la Infecciones de Transmisión Sexual en EspaÑa, 2017, muestra cuál es el grado de incidencia de estas patologías entre la población hasta el año 2017, comparando resultados con la serie histórica que se inicia en el año 1995.
En ese estudio podemos comprobar que en 2017 se notificaron casi 24.000 casos de enfermedades de este tipo. En el informe se incluyen la infección gonocótica, la sífilis, la infección por C.trachomatis y el linfogranuloma venéreo.
El Ministerio de Sanidad afirma a modo de conclusión general que existe una tendencia creciente en la infección gonocócida y la sífilis observada a partir del año 2000 y que la mayoría de casos se producen en adultos jóvenes. La mayoría de enfermedades analizadas afectan más a hombres que a mujeres, excepto la infección por C. trachomatis.
La sífilis y la gonorrea son las enfermedades de transmisión sexual más comunes y en ambas se observa un patrón similar en la serie histórica publicada por el Ministerio de Sanidad: un descenso progresivo en número de casos activos y la tasa de contagio por cada cien mil habitantes hasta inicios de la década de los 2000 y un ascenso continuado desde ese momento.
En el año 2017 se detectaron 8.722 casos de infección gonocótica, lo que corresponde a una tasa de contagio de 18,74 casos por cada cien mil habitantes, cuando en el año 2001 llegó a ser de solo 2,02 casos.
Este incremento tan elevado hace necesario incidir en algunos consejos básicos para prevenir el contagio de enfermedades de transmisión sexual.
Cómo podemos evitar el contagio de estas patologías
Las vías de prevención de ETS son conocidas por todos desde hace décadas. El preservativo masculino es el método mas eficaz conocido, pues ayuda a reducir este riesgo de manera masiva. La efectividad del condón se estima entre el 80 y el 90%. según indica el estudio “Barrier Methods for Human Immonodeficiency Virus Prevention”, elaborado por los doctores EF Eaton y CJ Hoesley.
Más allá del uso del condón, todas las relaciones sexuales han de producirse tomando medidas de precaución, especialmente en los encuentros ocasionales de sexo casual o cuando no hay estabilidad en esta actividad. En este artículo de salud sexual inciden en algunas prácticas muy recomendables.
Las personas con ya han padecido una ETS con anterioridad deben, si cabe, ser más estrictos con el uso del preservativo, pues son más propensas a adquirir otras nuevas. Otra práctica interesante es someterse a un estudio de detección de infecciones de transmisión sexual y comenzar un tratamiento que vaya aparejado de ausencia de encuentros íntimos hasta que se alcance la total curación.
Algunas enfermedades de este tipO tienen vacuna. El virus del papiloma humano o la hepatitis B son dos ejemplos de ello. Ambas están incluidas en el calendario de vacunación español, de modo que es posible estar protegido ante este contagio y, en caso de que no sea así, la solución pasa por el estudio de detección de las ETS.
Sexo oral y juguetes sexuales
Las prácticas sexuales que no incluyen el coito, como el sexo oral, también pueden ser peligrosas. En este caso es importante colocar barreras de látex que tienen como objetivo reducir el riesgo de contagios a través de esta vía.
Si se opta por no usar protección, un modo natural de reducir agentes patógenos es no someterse a depilación integral, pues el vello público actúa como agente barrera frente a posibles infecciones, cortes o heridas. En cualquier caso, las barreras de protección son siempre imprescindibles porque con ellas también se evitan embarazos no deseados.
En caso de utilizar juguetes sexuales, estos no se deben compartir pues es posible que hayan entrado en contacto con fluidos genitales. Además, cada vez que se usen deben ser desinfectados con una solución hidroalcohólica.
Todos estos consejos nos van a ayudar a disfrutar del sexo y acercarnos a él de un modo sano, agradable y placentero. Las prácticas sexuales no son ninguna broma, pues el contagio de una ETS puede derivar en graves problemas de salud.